lunes, 16 de julio de 2012

CONJURO DE LA PALABRA


“Una palabra sorberá mi sangre desbocada 
mi vida / mi correaje de furia /  mi pie exangüe”
La última tierra. Teófilo Tortolero.

Hoy abrí el pecho rasgué tiras de piel
trozos de entraña salpicadas de rabia
llené de contenido el vocablo vacío
hurgué en el abanico sígnico
 La palabra voló sobre muro de piedra
y memorias sepultadas por el olvido
Cruzó el espacio  ingrávida desbocada
  empujada  hacia el sur
 Signo disperso trastocado en eterno
Palabra mito  portando  mil significantes
Ya  no es mía… es ajena de otros…
sin límites fronteras ni sellos personales
Símbolo ardiente subversivo tal vez
enhebrado en plena  madrugada  cual escupitajo agresivo
en vigilia  de violentos espasmos
Palabra conjurante encharcada en saliva y vino
huyó de la página rasgó  máscaras astilló  espejos
denunció la vacuidad del desamor
lo hiriente del desprecio la espinosa injusticia
Huracán de fuego
golondrina viajera  rumbo a la libertad
azarosa escapó fugaz a la otredad
Yo sigo en cautiverio  grabando un epitafio  
en  dimensión transicional
para huir de la  trampa del abismo
Sigo envuelta en la materia oscura
No se ve pero está
El otro inapresable
invisible tal vez  o enmascarado
tejiendo minutos  de  la red virtual
acentuando la nostalgia de pieles  
¡Cómo envidio  el  alero de tejas
donde posar el ala  en viaje al infinito!.        
 Palabra de sangre    
 Luego de la muerte
sólo un ojo ciego tan ciego...


Carmen Campos Pino Maracay, Venezuela
Publicado en la revista Isla Negra 316

                         

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