Esta es la noche en la que mi velocidad me lleva,
Y camino la milla canela.
El viaje hacia la avenida torcida,
De linternas tenues
Que aseguran el asiento de bus a mi propia carretera.
La milla se abre
Y en un balcón veo aviones que marchan a cuerda,
Sobre horizontes de rueda y movimiento
A una velocidad que me gusta
Vital y no austera.
Este es el recorrido en el que el mar se me acerca
Y un desierto pasa sin llenarme de arena
El rumbo para el cual apago la luz
Para el que, por si acaso…vacío la nevera.
Mi guía me avisa sobre compañía selenita,
Rituales de lluvia y danza candela.
Los invito a mi cena de autopista nocturna,
Rapidez personal
Luna que avisa,
Y sol que revela.
Carolina Montejo (Colombia)
Publicado en la revista La Urraka 29
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