Dejame en lo que estoy; no tengo nada,
yo soy este gilastro que se aguanta.
La vivo loreley, sencillo y chanta,
y un poco más, prestao y de pasada.
No es para mí el trocén camandulero,
soy de naesqui cruda y de chelibo.
Tu berretín no me levanta en vilo
y te lo bato claro y sin un pero.
El pogru de tu amor no me encanasta,
teniendo la servida digo: basta
y no hay pa mí chamuyo que encandela.
La Segba de tu lujo no me enrolla
y este cuore barato no se embrolla
mientras tenga un bulín con lujo’e vela.
De “La Musa Mistonga” de
Julián Centeya (Editorial Freeland, Buenos Aires, 1964)
No hay comentarios:
Publicar un comentario