miércoles, 23 de mayo de 2012

ROBLES EN OTOÑO

A UN ÓLEO DE QUIQUE SANTANA

Por los suelos esparcidas
las ropas del robledal,
entre los riscos desnudos
se posan a descansar.
Como mariposas luego
en su ascenso vertical,
vuelan a los cuatro vientos
sin rumbo y con libertad
perdiéndose en la distancia
sin echar la vista atrás.

Llega el invierno, se mueren,
estiercol se hacen y dan
su alma como alimento
para que vuelva a brotar
la planta que haya bebido
de su fuente sinovial.
¡¡Qué bendición de paisaje
tu pincel nos trae acá!,
¡ y qué mano lo condujo
trayendo el tinte detrás!!

MANUEL MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO -Ciudad Real-

No hay comentarios:

Publicar un comentario