domingo, 6 de mayo de 2012

JUICIO FINAL EN ROMA

He recobrado el camino
Se me ha vuelto una estocada
pero es un barco la espada
o un esquife sin destino
¿Dónde vuelve el peregrino?
(salta del lecho al umbral
bajo el incendio final
de Dios, ábrese el cerrojo
cuando una mujer de rojo
perdida está en el canal)
Perdida está en el canal
sin un salmo a su herejía
No es proverbio la osadía
con que intenta lo infernal
(como una sombra banal
se llueven los enemigos)
Otros serán los testigos
del crimen que anuncia el mundo
Perdónenme, si me hundo
el final no tiene amigos!
El final no tiene amigos
oh herejes, fornicadores
meretrices, purgadores
homosexuales, mendigos
Oh lascivia en los abrigos
como un dolor de saetas
Cuántas bahías secretas
guardan las antiguas redes
que rompen en sus paredes
el grito de los profetas.

Del libro Los césares perdidos de ODALYS LEYVA ROSABAL

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