domingo, 15 de abril de 2012

SABEDLO

Las rosas son las rosas
y siendo cada rosa una rosa distinta,
más allá del color y del aroma,
todas las rosas son la misma rosa.
Sabedlo, sí, sabedlo: sólo hay una rosa,
siempre la misma rosa,
dándonos testimonio en los jardines
de su hipnótica y vívida belleza;
al igual que ese niño,
rosa de carne y hueso,
que acaba de nacer,
y viene a recordarnos,
desde su tierna cuna,
de olorosa madera acariciante,
que aún sin nosotros la vida continúa,
pues no hay más que una vida,
la vida, sí, la vida,
dueña y señora, Ella,
de rostros y de nombres incontables.
Sabedlo, sí, sabedlo: sólo hay una vida.

JUAN CERVERA SANCHIS -México-

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