domingo, 15 de abril de 2012

CARPE DIEM

Pudieras pensar
que estas obligada a ser feliz
que eso es ya lo único que te queda.

Quieres
que la vida sea
cerrar los ojos
y bailar
y que te balancee
como la suavidad de las olas
a un jarrón de porcelana china,
y girar mecida por los dedos tiernos del suave alcohol.

Y pasas y vences.

Pero la vida,
no es
como un hombre de arena
que se disuelve entre los dedos
como la espuma de los días.

Al fin,
todo queda.

Cada segundo es un roce en la memoria
y es mejor gritar con dulce ahogo:
carpe diem.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ-Mérida-

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