viernes, 13 de abril de 2012

RENOVAR LA ENERGÍA DEL AMOR

Se cuenta que los años maritales
mas la diaria coexistencia,
enrarecen, sofocan y extinguen
ambas partes del amor.
Abandonamos los mutuos halagos
de los sutiles días de noviazgo,
olvidamos ese cómplice celo
que armonizaba las miradas y los gestos.

Que cedimos al olvido la dulce persecución
de caricias, manos traviesas
risas, erotismo e instintos.
Debemos saquearle al pasado las imágenes
de aquel idílico cortejo,
y que la turba mohosa de esta aflicción presente,
se escurra de nosotros
como la arena de un tórrido desierto.

Huyamos sin demoras este día,
armemos con trabucos nuestro ser
y cacemos sin demoras,
ambas partes fugitivas del amor.

Vistamos nuestros cuerpos
con los atuendos de la boda,
abramos nuestro álbum
y celebremos con los ojos,
vivamos con imagen y evocación
la intensidad de las orquídeas,
el diáfano lago y la miel.

Ignoremos los años maritales y la coexistencia,
no será nuestro amor sofocado o extinto,
seremos desde hoy,
cómplices en miradas y gestos, en caricias de manos traviesas,
en risas, erotismo e instintos.

MIGUEL ÁNGEL FIGUERRAS GIMÉNEZ -Argentina-

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