Me gustas cuando rabias
porque estas como ausente.
Y me oyes
y enmudeces
y te admiras
y sientes como si una mariposa de palabras
enmarcara tu rostro.
Y arrullas el silencio al caminar
y tu eco redobla por los siglos
en la maleza de la noche.
Y si lloras y te quejas,
el mar silencia su cadencia
y te mece.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ-Mérida-
Anteojeras
Hace 15 horas
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