Te imaginas
que te estás imaginando
otra vida.
Una vida diferente,
muy diferente a tu vida;
a esta vida.
Te imaginas...
Me imagino
y, por más que me imagino,
amor, amor, ay, amor,
tú siempre vienes conmigo.
Siempre, siempre, siempre...
Que por más que me imagino,
mi corazón se alimenta
de tu pan y de tu vino,
que me embriagan de amor,
de tu amor, amor, amor;
de tu amor, amor, tan mío.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
Artículo en la revista digital Teoría Ómicron
Hace 4 horas
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