FANTASÍA

Esa tarde, que en arrabatos de incendio declinaba,
solitaria caminabas por senderos tapizados
de roja greda, donde pétalos y hojas su ballet danzaban.
El parque poblado de aromas y rumores;
de una música vaga, apenas insinuada,
que la brisa al roce con las hojas
de los árboles, con sus alas modulaba.
Y los pájaros, en final concierto de trinos y gorjeos,
al sol que se marchaba despedían.
Los cristales de la fuente discurriendo,
con ese parloteo monótono y terco.
El estanque despejado, calmo,
donde los cisnes bogando como barcas
delineando con sus cuellos arabescos,
raudos y lentos se deslizaban;
los peces rojos, quietos los contemplaban.
Las figuras griegas, inmóviles entre los setos;
ninfas en mármol, en bronce mercurios alados;
y en negro granito los faunos barbados en celo.
Todo armonía, perfumes, vuelos,
y tu sola caminando por las sendas; obscurecía.
El rumor de tus pasos alertando mariposas
que se alejaban en vuelo nervioso y rápido.
Callaron las cigarras al sentir tus pies desnudos.
Tu cuerpo grácil, envuelto en blanco sayo;
tu rostro marfil, tus cabellos tensos, tus ojos claros,
con esa mirada calma perdida en la distancia.
Esa sonrisa serena brillando ne tus labios,
iluminando tu rostro, joven y cálido.
Marchabas apurada, las sombras te ofrecieron compañía,
como fantasmas embozados velaron tus pasos.
Te acompañaron GALATEA, hasta el plinto vacío,
al que ascendiste, para devolver tu cuerpo al mármol.

PASCUAL MARIO MORBELLI-Argentina-