lunes, 9 de abril de 2012

POEMA

La creación de Dios es un milagro; es un milagro todo.
Tu amor y mi amor es un milagro que recorre los senderos de la tierra
y vuela por el espacio sideral, dando de beber a la sedienta estrella.
Alimentando al sol pequeño que se muere con su luz, sin que nadie lo adivine.
Tengo fresca leche entre mis manos para rosear tu lengua
y agua sana reflejante de destellos para lavar tu frente;
tu cuerpo es una blanda roca de algodón
y tu mirada fija me quema sin que yo lo sepa.
Van avanzando los días a nuestro encuentro.
Tienen que encontrarnos a los dos el uno sobre el otro, amasando
el futuro de los enamorados de lo insólito, del desconcierto feliz, de lo asombroso.
Ven; tus labios a mi boca que ha nombrado a Dios y al diablo,
al ángel y al demonio; ven, mira a estos ojos que todo han hecho;
por alcanzar lo insospechado, lo indecible, lo irreferido, lo irrefrenable y lo frenado;
lo nunca dicho, lo nunca imaginado. Me postro ante el destino de los dos;
verde hoja temblorosa que sostiene el rocío de la mañana de mis días.
Amo la ingeniería de tu amor y la fórmula matemática de tu cuerpo.
Me echo a andar contigo más allá del premio o del castigo,
confiando en el regalo que en sueños Dios me envío.

JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ MARTÍNEZ-Colombia-

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