jueves, 19 de abril de 2012

A DAMIANO


Llega el esplendor del primer día
después de la oscuridad cerrada en el grito
de toda mi vida reunida allí para acogerte.
Llega el instante del “sea la luz”
en el abrirse de tus ojos
al dilatarse los pulmones en el pasaje
del agua al aire y el llanto inconsolable del desgarro
después de millones de años mal preparados aún frente al nacer
así como al morir.

Bajo la lengua de musgo de la noche
la intimidad de la mañana es un abrazo
sin el calor de los brazos
sin embargo tintinea y lleva un tiempo nuevo
a lo que hace avanzar al mundo
y a ese aunque que nos hace bellos.

Nadie puede negarme la paz
y nada puede dármela
sólo puedo recogerla
al anochecer del canto
cuando la oscuridad hace añicos la luz
y el cansancio me deja ronca la voz.

Escritora y poeta Lucianna Argentino (Italia)
Traducción: Flavia Vendittelli (Italia)
Publicado en la revista La Urraka 29

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