Control remotoCansado de cambiar canales, empezó a observar su vida. Miró a su mujer; notó finas líneas alrededor de sus ojos y presintió que también él tenía arrugas que hacían su debut. Escuchó a sus hijos sin entender de qué hablaban, asumió que era una lengua extranjera o al menos un dialecto hecho con neologismos. Se prometió comprar un diccionario. Buscó al perro y éste ya no estaba. Ahora había un gato que se complacía en enterrar sus uñas afiladas en su sofá. Encendió la tele otra vez.
MELANIE TAYLOR HERRERA-Panama-
Publicado en la revista La Urraka
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