GIBRALTARMe espera tendida sobre el mar
una mujer de piedra.
No es mía, ni tuya,
su cuerpo nos lo robaron
hace ya muchos años.
Quiero tocarla aunque no sea mía.
Quiero tenerla si me dejan.
Quiero oír su voz en mis oídos.
A veces no entiendo sus palabras,
aunque a veces habla
en un acento que me es familiar.
Cuando entro o salgo la policía
me vigila, mira mis maletas,
para que nada tuyo me lleve
sin pagarlo a buen precio.
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario