jueves, 4 de octubre de 2018

EN PAGO


Arañé las paredes de mi celda
por borrar el dolor en las piedras,
la injusticia de mis actos...
con mis dedos desangrados,
acopio años de condena
a una sentencia sin jurado.

¡Maldito cobarde!, sigue llorando
el sueño que has abandonado
tras haberlo conseguido...
¿ansiar unos labios prohibidos
pensando que estabas jugando?,
pero el amor jugaba contigo.

Y Cupido es un tramposo
que, burlón, cierra los ojos
para maximizar el daño
de los que se creen enamorados
de sus propios despojos,
de las huellas que van dejando.

Torna al cuerdo en loco,
a la razón torna en trastorno
así confunde nuestros actos,
el deseo con el pecado,
en desasosegado alboroto
las noches de los solitarios
que no se conforman con poco
tampoco con lo ganado,
así estoy, pagando en mi calabozo
todos los besos que te he dado.

Luis Maria Saiz Laso

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