Caen las hojas del viejo árbol
Caen al atardecer
Pónganse mis pensamientos a salvo
Que hay camino que recorrer
Y si la alondra no canta
Ella sabrá porqué
El sueño que se levanta
Calzó alas en mis pies.
Maduramos como frutos
Cada cual tiene su historia
Somos almas, no productos
No hay manzanas de discordia
Si miramos a los ojos
Mírame solo un segundo
Verás entre los abrojos
El bálsamo que sana el mundo.
Que no es tarde en la tarde
Que aún hay luz en el atardecer
Entonces el cielo arde
Y de su llama nace el amanecer
Y no existe el tiempo
Ni el futuro, ni el ayer.
Hay estrellas por millones
Que calientan otros mundos
Otras tierras, otros soles
Nacen y mueren cada segundo
Y morir es volver a nacer
Y perder es ganar y aprender
Es la esencia de crecer
En cada atardecer.
Que no es tarde en la tarde
Que aún hay luz en el atardecer
Entonces el cielo arde
Y de su llama nace el amanecer
Y no existe el tiempo
Ni el futuro, ni el ayer.
ALFONSO BARO -Puerto Real-
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