A la niña de mis ojos,
le entrego mi corazón,
sólo le pido,
“que lo cuide con amor”.
Que lo sepa consentir,
con tanto amor,
como el que yo le tengo,
“bien lo sabe Dios”.
Ella es mi vida,
todo mi corazón,
por eso hoy en día,
“le entrego mi amor”.
Le pido que cuide,
este amor puro y sincero,
que le llenen los hechos,
“con los que se lo voy a demostrar”.
Más que oír un “te quiero”,
dame el tuyo,
regálame tu corazón,
“unamos estos dos corazones”.
Unámonos en uno solo,
para que sea más grande,
este amor pasional,
“así es el amor que yo siento”.
Dime mi amor,
que sientes tú por mí,
así ya somos dos,
“dos locos enamorados”.
Estamos los dos,
unidos por el destino,
juntos en un mismo camino,
“por eso te amo mi corazón”.
Eres mi vida,
mi gran amor,
por eso eres la dueña,
“ la única dueña de mi corazón”.
Me siento en un sueño,
cuando beso tus labios,
encuentro un mundo multicolor,
“un paraíso de amor”.
En mi interior,
todo es deseo,
de fuego y pasión,
“por la niña de mis ojos”.
Mi soñar despierto,
la niña de mi corazón,
ámame a mí,
“como yo a ti te amo yo”.
A la niña de mis ojos,
deseo con admiración,
que siga tan bella,
“siendo mi más bella flor”.
A la niña de mis ojos,
le prometo ante Dios,
eres la dueña de mi corazón,
“para vivir en esta vida nuestro amor”.
Miguel de la Mancha
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