Ahora que ya no me importa lo
que piensan,
ahora que me muestro tal como
soy...
Todo sigue igual, siguen doliendo
las penas y dándome rabia el
madrugar...
No brillan más las estrellas.
No es menos bonita la mar.
Sigo utilizando tretas para enjaular
palabras en versos que me ayudan
a respirar.
Ahora que los filósofos ya no brindan
con cicuta,
ahora que los poetas saben cuando dejar
de llorar...
Todo sigue igual, siguen estremeciendo
las guerras y dándome rabia que al que
tenga opinión propia lo manden
fusilar.
No son menos fragantes las flores.
No es menos dulce en las entrañas de la
montaña caminar.
Sigo escudriñando la vida, resumiéndola
en pocas palabras que me ayuden
a soñar.
Francisco Piñero.
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