La muerte ciega y brutal
para alimentar gusanos
nos arrancó de las manos
al Guajiro Natural.
Las salas del hospital
fueron una amplia plegaria
y cuando la funeraria
lo desintegró del grupo,
en el Bayate no cupo
el grito de Candelaria.
Jesús Serrano Esquijerosa
Publicado en Del verso a la memoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario