lunes, 28 de abril de 2014
SÓLO SÉ...
Sólo sé amanecer desde tu cuerpo,
dibujando el perfil de tu relieve,
azulando el brillo nácar de tu pelo,
sonrosando tu mejilla,
blanca y nieve.
Aprendí a besar desde tu boca,
inflamando el aire que te envuelve,
cuando piel con piel son una sola,
cuando labio con labio
se estremecen.
Y lloverte muy despacio
desde el cuello,
resbalando, imperceptible,
muy suave,
en un beso interminable
hasta tu seno,
y romperme, y no ser nada ...
y no ser nadie.
Sólo sé acariciar desde tus dedos,
dejándome llevar por tu corriente,
navegando en el vaivén de tu deseo,
y mojándome en el agua
de tu fuente.
Aprendí a mirar desde tus ojos,
atrapando cada rayo que te hiere,
cuando Luna y Sol son uno solo,
y tu garganta, entre gemidos,
enmudece.
Y forjarme, como hierro,
en tus caderas,
golpeando, con dulzura,
tiernamente,
bajo el fuego de tu fragua
que no quema,
sobre el yunque generoso
de tu vientre.
MANUEL JIMÉNEZ
Publicado en el blog instante cero
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