SOBRAN LAS PALABRAS

No digas nada, tu silencio
hablará por ti el resto de tus
días y le contará al mundo
lo que sientes desde la oscuridad
de tus días, pero nadie entenderá
el código secreto que esconde tu alma
no digas nada, pues nadie quiere escuchar
tus lamentos solitarios ni desean caminar
sobre tus huellas que marcan las heridas de
tu pasado, aquí no se puede observar
tu mirada, en tu mundo negativo
sobran las palabras, que espantan
las divinas emociones que te hacen creer
que el amor existe, calla el sonido
ruidoso del caer de tus lágrimas,
que nadie quiere sentir tus tristezas
hilachas de los restos de tu corazón,
miserias que tu alma contiene sin
necesidad en tiempos de cambios,
libertad de egoísmo clemencia de amor,
y a quien le importa si muere tus emisiones
y se marchitan las elegancias de tu presencia,
y tu mundo parece derribar ante la presencia majestuosa
de su cuerpo ya abatido por el dolor
interminable, claro que el también sufre,
por el también te amó, a ti que ocultas
la mirada triste de tu alma, no sientas piedad
por aquel que una vez intentó matar tu corazón.
Sobran las palabras cuando el alma está muda de tanto
gritar al cielo, pero nadie responde donde
se encuentra la dichosa felicidad y esperanza,
si caminamos bajo el mismo cielo, lanzando ruidosos
lamentos a escondidas, para que se estrellen las nubes,
y así dar lugar al llanto eterno del cielo, que como
gotas de lluvia descarga sobre mi cuerpo,
simplemente calla y escucha el sonido del viento
desde el horizonte se acerca tu gran amor eterno.

Vane Palacio -Argentina-