Como agujas en el agua,
que siendo metal flotan misteriosamente
(pues olvidamos la ley física que lo hace posible:
la piel del agua);
como pétalos olvidados entre las páginas de un libro,
secos y rugosos, sin perfume.
El día se desvela sin saludar
y acerca luminosas imágenes,
recuerdos que la mente no logra ordenar.
Lo más prodigioso puede ocurrir esta mañana.
La desdicha
es el menor
de los problemas.
José Manuel Gallardo
Publicado en la revista 2 poemas y un café
DE FACEBOOK - 6187 - UN POCO MÁS ARRIBA DE LA PICOTA
Hace 9 horas
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