La cama del placer
fría en el día.
Cara a cara las sábanas,
a la luz, sucias
sobre el suelo desnudo.
Sin el dulce amor.
La luz de la ventana
te trae el sol.
Medio dormida miras
el yo me excuso
de tu hombre y piensas
en sus muslos.
Es poco el calor
sin sus glúteos.
Su color era abrigo
y respiración,
susurros de entretiempo,
irritación...
que deja frío el cuerpo.
Flores cortadas.
Las ligas de mujer
abandonadas.
Él sueña otras cosas
en la mañana.
El portero de noche
sabe el secreto.
No hay problema, cobró
por su silencio.
Con traje a la oficina
va en el tranvía.
Lo espera en la estación
su prometida.
Amanece el trabajo
tras noche oscura.
La cama, el cuarto,
la almohada,...
la noche de ayer
nunca fue nada.
En puestos de la Alameda
compra las flores
con que lava conciencia
de otros amores.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-
Revista poética Azahar, nº 133
Hace 7 horas
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