Aún tejen brillos de seda, dos manantiales videntes, que cabalgan entre mares y cielos celestes.
Como peces que digieren sus placeres, y cuelgan del gigante anzuelo sus poderes.
! Basta! No acuden nubes rígidas en mil torsos hacia la cumbre del bloque, donde quebrados fuegos le huyen al bozque?
Y como se empecina el gatillo del martillo, por esconder en su pólvora su pudor y pujanza de ombligo?
Y de la roja calidad del tramo,donde caminan con mi risa que cuelga en su cepillo, esta floja vaguedad del alma, del drama, del Cauce al que domino..?
Mutilada mi sombra
su alma en guiñapos
lloriquea y me nombra
! Su capa sin brazos!
Oh! Dolor de la libélula, detenida en su vuelo, se erige y se deguella con el filo de su huella, que palpitando pelea con el ron de la polea, y se jacta del veneno que devora sin aliento, suplicándole al momento, por un altar para su ruego y un dolor de brote tierno!
Similitud redentora
la del bizco manjar abstracto
violento dulce de hierro blando
Estepa escultora
cohete de la prisa humillado
parche disecto te encubres callado
Ah! Poder blandir con brío, las ánimas de este sábado frío,
Poder umbral sin fin, caer en tu pendiente,
sonreirme estrangulando tu roca y su rompiente,
Atacar en crujida arremetida,
La frugalidad de esta primavera pervertida,
vengar con paz la ira desmedida,
de un contrito fermento de huida,
cubrir con sangre alcoholizada,
la desnudez de la hoja deshojada!
! Muere muerte que sólo traes vida
del océano urente!
Así en trance. .
Le alargo el placer a tu hambre
con dosajes de comer y beber,
matizo con tinte tu ira que arde
alimento de caviar tu querer,
a ti muerte te miento por llevarme,
me hago el muerto. .Y recobro mi ser!!
Alex Castillo Lynch.
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