En la larga y a la vez breve presencia del ser humano sobre la tierra, se dan fechas que se conmemoran, se celebran, hay hechos gratos y otros de absoluta miseria moral, La navidad tiene su origen en remotos lugares, se fue transformando hasta llegar a lo que es, una fecha que nos conmueve, luego los azotes de la realidad imponen su lógica de cada cual en su intento de hacer vida.
No soy el más indicado para decir algo profundo en esta fecha, con todo, debemos intentar estar presentes en cada instante. La pandemia nos ha desmoronado lo que teníamos por sólido y a la vez nos ha permitido sacar fortalezas de las necesidades.
Solo decirles que esta fecha sea de compartir en pequeño los grandes deseos de una mejor vida para todos. No nos queda otra opción que cuidarnos y así cuidar a nuestros cercanos. En buen romance se trata de seguir en este lado de la vida en la tarea de iluminarnos, iluminando. Somos creadores y como tales tenemos el deber hoy, de romper nuestro cascarón para proyectar el mundo. Ya hemos probado la gota amarga, ahora nos queda el estar preparados para lo peor y esperar que lo mejor sea posible: lo será si perseveramos en llegar a muchos con lo mejor de nuestros latidos.
Paz en la tierra. Alegría en el hogar. Audacia para implementar soluciones. Imaginación para proyectar, de lo nuestro, lo mejor.
Tito Alvarado
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