El Tíbet no está tan lejos
y si lo que buscas es paz
la hallarás en el espejo
donde los sueños se van.
No hacen falta monasterios
ni mantras ni letanías
solo escuchar la voz dentro
de la realidad dormida.
El Tíbet no está tan lejos
ni la exploración es ardua
pues el camino es reflejo
de la mente si está en calma.
No hay rezo espiritual
ni cantos que espanten sombras.
No hay hogar en lo virtual
si la mezquindad te asombra.
El Tíbet no está lejano
y es estado de la mente.
Lo sagrado y lo profano
nacen de misma simiente.
No busques Tibets ni Mecas
más allá del corazón,
no hay pócimas ni recetas
que te lleven al amor.
El amor está contigo
donde lo Uno lo es Todo.
Allí encontrarás abrigo
y en el corazón reposo.
El Tíbet no está tan lejos,
mira dentro de ti mismo.
Aléjate de los miedos
dejando atrás el abismo.
ALFONSO BARO -Puerto Real-
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