sábado, 29 de junio de 2019

EL CAFÉ DE LA TARDE


Con la melancolía de tu pelo,
el café de la tarde se derrama
sobre tu nuca -el tueste de esta llama-
¡y floto en el aroma de un anhelo!

Beso tu espalda -picas en mi anzuelo-,
caes sobre la colcha de mi cama:
muerdo tu cuello -dejas que te lama-
¡y te alzas como un pájaro en el cielo!

Con la melancolía de la tarde
están mis pobres dedos algo tristes,
¡pero mi corazón está que arde!

Con la melancolía que desvistes,
crepúsculo de fuego -en un alarde-
tu cuerpo: ¡muero cuando ya no existes!

Antonio Ramos -ESPAÑA-

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