domingo, 9 de junio de 2019

DÉJAME AMARTE


En el ocaso de fuego cuando se muere la tarde, fue verte y amarte.
La penumbra del atardecer, me muestran el amor hecho cuerpo de mujer
cuando caminas en sensual cadencia entre tu sendero de curvas y de miel.

Ríos desmayados de luna blanca embellecen tu portal.
En tu calle, un sendero de madreselvas que en tú ventanal velan tu sueño
y yo, peregrino del amor, y si las estrellas hablaran te dirán mis desvelos.

Quizás, sea una quimera imposible que me ames, lo que quiero.
Pero la seguiré buscando hasta que me dejes amor, entrar en tu corazón
y ésta primavera tibia te dirá que a ti te quiero, como la abeja a su flor.

Yo te amo con el alma, más allá del intenso deseo de poseerte.
Voy a desnudarte lentamente y descubrir tu bello cuerpo de pétalos y flor
y te miro y bebo estrellas, en el fuego azul de tus ojos, y su luz del amor.

Dame la luz a mis ojos ciegos, y deja que te acaricie mi mirada.
Regálame una caricia de tú mano suave, y sentirás la música de mi verso
hazme beber la vida en tu aliento, abandona tu pudor, ámame en silencio.

Eso bastará para sentirme vivo, o me muera en el intento.
Mis ojos serán oasis secos entre los otoños tristes y mustios de mi cuerpo
hasta conocer tus frutos prohibidos y dirán que estoy vivo, que no muero.

Y sentiré al fin el sabor de tus curvas de auroras sutiles, amando.
Beberé de tu piel, de tu boca, de tu aliento hasta saciarme este amor lento
y volaré en una ilusión amanecida y tu amor en aromas de nuevos vientos.

Te desnudas y siento mi razón extraviada entre versos impúdicos.
Momentos dulces para verter los rocíos germinales del existir del hombre
y presentir en el espejo de tus ojos, la música de mi poesía con tu nombre.

Has convertido mi vida, en un fuego líquido de pasión y lujuria.
Dame tus fuegos, la luz a mi alma, que yo calmaré con mi pasión tu amor
y dulcemente miraremos la vida juntos, hasta un dulce y nuevo esplendor.

Te tengo en mis brazos pero igual creo que te extraño
Incluso pensando que no nos conociéramos, te amo.

Manuel F. Romero Mazziotti -Argentina-

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