jueves, 7 de septiembre de 2017

QUE TODA LA VIDA ES SUEÑO... ¿O QUIZÁS NO?

Estaba feliz. Su sonrisa radiante era solo una muestra externa.
Lo realmente importante era esa dicha cálida que bañaba su corazón,
la sensación emocionante y plácida a la vez que acompañaba a
la sangre en un recorrido mágico desde su corazón hasta la punta
de sus dedos, esos dedos que ahora iban entrelazados con los suyos,
presos en esa mano fornida que tantos de sus sueños ocupó...
Caminaban de la mano, por fi n podía mostrarle todos aquellos
lugares a los que siempre soñó llevarle:
El río, espejo de lento discurrir devolviendo refl ejos.
El jardín, íntimo, con sus paseos de árboles antiguos.
El recóndito mirador desde el que contemplar el atardecer
hombro con hombro.
Y esa mirada chispeante que insufl aba vida.
No podía ser cierto, seguro que era un sueño, pero si era un
sueño no quería despertar.
Algo: ruido, roce, viento, quién sabe, la despertó.
Se desperezó, contempló sus fotos y lentamente se giró para
encontrarse con aquellos ojos que hacía tanto tiempo que habitaban
en sus sueños y que ahora la contemplaban con deleite desde la
otra almohada de su cama...

Mª Ángeles Díaz de la Cruz
Participante en el VI Certamen Microrrelatos Libres Memorial Isabel Muñoz

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