Nunca me cansó mi oficio de ser hombre,
pero hombre de los de verdad... de los de una:
una sola palabra, una sola mujer
y como pájaro, una sola pluma;
como hombre no más: sacar adelante lo que me propongo
sin mirar hacia atrás, boca sedienta al cántaro adherida.
Pies asentados sobre la tierra firme,
sin dar un paso atrás ni para tomar impulsos,
y eso que soy de los que cuando se equivocan, creo que
el deber es rectificar... pues rectificar es de sabios;
pero también soy hombre de los de pelo en pecho...
que digo: -a lo hecho pecho-.
Hasta hoy nunca me sentí rey destronado:
es cierto que perdí muchas batallas;
pero jamás la guerra... siempre volví a recuperarla,
siempre me sentí un aprendiz de las cosas de la vida,
y sobretodo las de poeta...
Este aprendiz de hombre eternamente:
hombre que sabe que muchas veces, nada contracorriente ;
hombre que en este mundo loco, a veces se pierde
rebuscando entre los escombros una causa
perdida de antemano, pero justa...
Hombre en definitiva que desde muy pequeño
arranco con sus tiernas manos el pan que se comía...
RAFAEL CHACÓN
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