domingo, 28 de agosto de 2016

HUERFANITO... ODA PARA ALIVIAR EL SUEÑO


(Poesía como medio para mejorar la niñez) 

     Se me quedó la sonrisa
de su carita de miel, tierra, noche
sol y arena, en el folclor de las risas,
lloraba la desnudez que mi retina abrigó
de la luz de su mirada de sus grandes ojos negros
de granizos de esperanza tristes en su dolor.

     De los sueños y añoranzas
infantil era su anhelo como rocío temprano
y la tristeza era breve
cuando viajaban al aire los cometas de papel
con el hilo de sus manos
elevadas hasta el cielo a remojarse de nubes
para después descender a los juegos y a los sueños.

     Con el tejo en la rayuela,
las canicas en la güipa, el capirucho y el trompo
y la risa y el festejo de los juegos infantiles
que brotaban como rosas,
como luceros brillaban sin sospechar que la vida
en su furtiva inocencia no siempre será de infancia,
mas bien de dolor y hastío y alegría alguna vez
y otras veces desengaño...

     Ya sus ojitos no brillan,
cuando la mamá faltó, cuando la muerte robó
su pecunio más amado, su más preciado tesoro.
Se han opacado los juegos y se esfumaron los sueños,
¿Quién ahora le dará manos suaves cariñosas
donde pueda descansar su cabecita sin lauros
y sus lágrimas enjugar?
¿Qué otras manos lograrán restaurar aquella dicha
que la vida le negó?...

     Una luz por la ventana
penetra para alumbrar la tristeza de aquel niño
y sus penas aliviar con aroma de azahares
sus sueños acariciar
a pesar de la justicia que la vida le negó,
en su tierno corazón
una esperanza renace que habrá de sobrevivir
y curará con el tiempo sus heridas de inclemencia,
aunque las manos de ayer y los juegos y los sueños
ya jamás serán los mismos...

Otros lauros y otras glorias sus heridas sanarán,
aunque los juegos de ayer,
ya nunca más volverán!

Ricardo Flores Joya -El Salvador-

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