Mi corazón sufrido de puro sentimiento,
guarda sus penas dentro de mi alma, realmente;
pues lloro sus tristezas como alguien con talento,
para no ver sufrir a la demás gente, inútilmente
Me siento triste y sola albergando un gran secreto
del pergamino fúnebre que me va a matar,
por ser fiel a la gente, con mi don del discreto;
pero estoy más que harta del martirio por callar.
Del laberinto nace un ser sin determinar:
no se haya aquí, pero tampoco se encuentra allá
y menos se ve liberada en otro lugar.
¡Estoy prisionera, cansada en mi propio hogar!
¡Me quedaré contigo esperando un cielo verde,
añorando las luces que nos quitó la bruja!
¡Ojalá que mi soledad, jamás me recuerde
la zozobra mortal con el veneno en la aguja!
¡Maldita aquella luna embrujada de noviembre!...
¡Creo que lo descalificó por su torpeza
y se posó sobre mis hombros hasta diciembre!
¡Trece meses clavada en la cruz de su simpleza!
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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