miércoles, 31 de agosto de 2016

HOMO EROTIC


Dos corazones de agua y de barro
unidos por un latido.
Un cuerpo de gacela y espuma.
Y otro de piel de río.

Dos cuerpos que son cuatro
en una atadura de mano y de venas.
Venas que ocultan en su sangre,
hilos de hermosas enredaderas.

Dos labios. Divididos en mil labios.
Labios. Que son un campo de amapolas abiertas.
Amapolas que se descuelgan pétalo a pétalo,
como lágrimas de caliente cera.

Dos pulsos en una batalla de pieles.
Caballos mordiendo las cabeza de los leones.
Leones lamiendo los ojos de los cocodrilos.
Cocodrilos que arañan el vientre de los ruiseñores.
Ruiseñores que picotean las encías de los amantes.
Amantes que duermen desnudos de luna sobre el valle.

Cuatro cuerpos.Y dos latidos entrelazados.
Bosque de vorágines regadas con la sangre caliente
de los hombre unidos, por una cadena de lágrimas.
Una lucha titánica de soles y lunares.
Lucha de espinas y de montes.

Cuatro cuerpos La luna bañando la arena.
Cuatro cuerpos, que son dos cuerpos.
Unos desnudos de agua. Otro desnudo de estrellas.
Un hilo de fina saliva cae de la boca de la araña.
E hilo a hilo va tejiendo el manto,
de la impúdica liberación del alma.

Dos cuerpos, cuatro cuerpos, diez, mil cuerpos.
La gacela herida sueña con ser garza.
Las arañas arrancan lunares
y se los dan de comer a las lavandas.
Tú. hambriento de mis días.
yo de tus noches.

Debora Pol.

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