miércoles, 31 de agosto de 2016

EL RECINTO DE MIS PENSAMIENTOS


Me siento en buena silla
a morirme un poco,
merodeando tramoyas y recuerdos,
escenas triviales y reales,
momentos encajados en recuerdos
o acciones que compilan los ojos
del presente,
movimientos elocuentes
u otros reprochables;
inadmisibles o refutables,
son parte del convivir en sociedad;
los escribo y los comento,
asombrado o displicente.
Me siento a ahuyentar fantasmas
de mis viejas quejas,
para vivirme un trozo;
inventarme la alegría y el gozo,
ramilletes en las fosas nasales,
gotas de agua en la lengua y las células,
sonidos que no dan tregua
y visitan mis oídos
para demostrarme que no estoy sordo,
y mudos silencios absortos
al escuchar mis blasfemias y mis ironías,
cuando pienso en tantas tonterías
que cometen estúpidos suicidas,
y las inversiones en negligencia,
de los perezosos por aplaudir la pornografía,
o la coquetería
de bellas “estrellitas”, que roban con fotografías,
medio coquetas,
con diminutas prendas
y frases tan repetidas como:
“mi vida”, “mi corazón”,
“mi amor”, o “bebé”,
que a la larga ni fueron,
serán, ni lo son,
pero son más comentadas
que un libro,
una obra de arte,
o caso aparte,
una hermosa canción.
Me siento a perturbarme
para exponer mis soledades eruditas
y reírme de mis ignorancias consecuentes;
porque me calman con invisibles aplausos
los errores,
y con crítica severa los aciertos…
Vivo, porque pienso,
justo en esos momentos,
en los instantes
que me veo para dentro,
en el que veo como jamás,
y comprendo que no soy especial,
solo un humano igual que los demás;
egoísta, mordaz,
lascivo, luchador,
compasivo y trabajador;
todo según el ánimo de tiempo,
el espacio de este lugar
donde detengo mi inteligencia
o desarrollo mis recuerdos.
Me siento en esta silla
para morirme un poco
o vivirme un tanto,
ignorando el otro lado
que este mundo loco
es el otro extremo de la maravilla.

ALAN OSLON (ALIDES ANTONIO LONDOÑO OSORIO) -Colombia-

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