lunes, 26 de enero de 2015

TRISTEZA Y SILENCIO


Tengo la tristeza confundida
no sabe si llorar o pegar gritos
se me anuda la garganta entre la nada
no soporto la vida en tanta soledad.
Mi silencio es eterno como el céfiro
se me quiebra la voz, no salen las palabras
siento las manos congeladas
por no tener el calor de un dulce beso.
Siento que soy un ave taciturna
que busca un nido donde calentarse
una leña prendida que me alumbre
un camino donde consiga compañía.
Tengo la tristeza confundida
no sé si llorar… pero si quiero…
¡Qué me cambie la vida!

Leona Lobos

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