(Para la mitad de las personas que conozco)
Yo quiero mi propia pena,
envuelta para regalo,
esto será una condena
que yo tenga siempre a mano.
Quiero una vida amena,
de dolores sin consuelo
y esa sensación plena
de estar siempre de duelo.
Lo que en el mundo me frena,
es ver mi salud en vilo,
prefiero que estén mis venas
siempre pendientes de un hilo.
JULIO G. DEL RÍO
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