Los pajarillos apuran el día
hoy igual que en antaño
con bellos trinos mañaneros,
despierta el alma que duerme
afloran los recuerdos de ayer
junto a mi padre tesonero.
Fue una niñez de matices
de juegos, colegio, trabajo
junto a los varios hermanos,
de amaneceres forzados
entre penumbra y claridad
marchando a sembrar el grano.
Los pajarillos con su canto
parecían siempre hacer fiesta
dando ánimo en mi destino,
en el tiempo de la siega
la sementera seca estaba
al final del agreste camino.
Padre e hijo labrador
él con sus años andados
yo el niño precoz adolescente,
mezcla de obrero estudiante
en aquellos amaneceres tempranos
que hoy los tengo presente.
Las avecillas madrugadoras
con el concierto de bellos trinos
a mi alma aún dan alegría,
muchas cosas han cambiado
más otras son como ayer
los pajarillos apuran el día.
Moisés Castro Parra -Chile-
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