Lacerante castigo
entre noches sin suspiro
son entregadas lecciones
por ideas mal logradas
que todas ellas
obtengan el acatamiento
sin respingo y al instante.
Padres que navegan
en aguas turbulentas
de la sobreprotección y negligencia
idea de mantenerse en lo correcto.
Se buscan los miedos internos
cuales aves carroñeras
mantener la zozobra en la constancia
sin percatarse
que entre bromas y maldades
grilletes quedan para la eternidad.
Entre más el grito se exalte
vociferar iracundo
de iras incontenidas
en la creencia se ampara
erróneamente de creer
que de esa forma se comprende.
Cuando lo que queda grabado en piedra
rostros macabros
tristeza y miedo profundo.
Golpes que sacan sangre
de lagrimas que corroen
la esencia de los sueños.
Cual arpías en el volar de los cielos
danzan mil mentiras
de aquellas que se consideran imperceptibles
las que se dicen ser mentirillas piadosas
dando mensajes confusos.
Realzando virtudes que al instante
son devastadas por la burla
ilógica ambigüedad
de un aprendizaje sin sustancia
que va eliminando la esperanza al vuelo.
Pero no faltan aquellos
que en la critica mordaz
cual mazo rompen
dones traídos entre los sueños del suspiro.
Ay de aquella sociedad
que no exalta el arte
imponiendo los castigos
y luego sin reparo ni aspaviento
exigen expectativas inalcanzables
cuando fueron ellos
los que quebraron las alas.
Progenitores distantes
que entre mil juguetes
pretenden entregar
lo que del alma no sale
y lo que tanto se implora
por aquellos infantes.
Cuidado por aquellas palabras infames
pues su camino de lava ardiente
es la desvalorización de la esencia
que pierde en su camino
Generaciones de discapacitados
golpeándose asiduamente
por la vía perdida
de la libertad que tanto se ansia.
Sandra Méndez -Guatemala-
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