domingo, 4 de enero de 2015

LA CASA EN CALMA


He vestido mi casa de calma,
con todos los aromas
de un bosque en silencio.

Dejo que sea tu mirada
quien de luz a mis rincones secretos,
que mis labios, tu nombre arrullen.

Te adivino llegando sereno,
ligero como la brisa que adormece
mis sentimientos, que despiertan
al cruzarse con los tuyos.

Mi amor es sólo un trocito del camino
que he dibujado para los dos,
de tus noches ser sabana,
de tu amanecer brisa que te roza
y de tus días el agua que te moja.

He vestido mi casa de calma,
he traído desnuda y sin jirones,
para ti mi alma.

Eugenia Caravaca H

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