Y hay tantos entre las cosas
paisajes de silencios
voces a la deriva
besos sellados
y un deseo sucio que me invoca.
Hoy apenas perdido en el aroma de la carne justa.
En mil pedazos cuajo tus labios refugio de mi todo
llegas de lejos como viajera ausente
suspendida en las hebras del tiempo.
Abro los ojos en el despunte de cada latido
voy por tu piel fragmentada entre los poros
deambulo y me aferro en tu territorio dulce
abrasado de locura
en el enredado beso de múltiples historias.
Donde no estuviste nunca necesite de llaves.
En mi corazón se abren las olas que dibujan la noche
evado en mi obstinado signo el orgullo del solapado intento
la luna pesa entre tus ojos marinos
y ellos vuelven a mirar nuestro mundo impaciente e implacable.
Nada mas has abierto las heridas cerradas y cuatro paredes
que nos separan
con la ingenuidad de una pasión bajo la piel que brota.
Y te ame amor de nuevo
en el lugar justo donde se espera todo el tiempo
y te das cuenta
que lo demás no importa por que de sobra en esta orilla del ovillo
quedo la sed que un día nos juramos...
Juan Mauricio Ochoa Gallego
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