Si fueras una estrella
te pediría que nunca te apagases.
Que cada noche durmieses a mi lado
llenándome de una luz brillante.
Pero no eres estrella
aunque no te hace falta
para brillar porque tú
llevas el brillo en tu cuerpo.
Así que acércate a mí
y deja que me ilumine tu brillo
haciendo que mis noches
sean siempre días.
Así las sombras no me acosarán
y dormiré mecido por tu brillo
soñando que me abrazas,
me besas y me cantas.
No eres estrella pero tu luz
más intensa que la suya
se ha colado en mi corazón
y me ha devuelto la ilusión.
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario