A veces pido lluvia a las nubes,
gritos a las gargantas dormidas,
roces suaves y lentos de manos,
melodías de estrellas y luna,
dormir sin estarlo, contigo.
En mi sangre roída, atormentada y sufrida
brisa de aire fresco,
savia nueva que cure mis heridas,
que nutra a mi corazón
y lo envuelva de cálida energía.
A veces, pido girasoles y margaritas,
grillos y mariquitas en verdes trigales
y yo en su orilla,
brazos por mecedor
y de paso sus caricias.
Saxofón y crótalos, celestiales,
que me embelesen en esta cruda vida,
mariposas y flores campañilla
revoloteando por mi coronilla,
esparciendo su esencia encima mía.
Espejos rotos, imagen distorsionada
para interpretarla según el día.
y en este disturbio de vida
zambullirme de lleno
y en brazadas pequeñas,
…llegar hasta el fondo
y enredarme en la vida…
Lola Wizner
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