Me perdí al verte llegar.
Todo fue como si la luz
naciera de ti.
Tú lo alumbrabas todo
con tu encanto sutil
belleza varonil
y esa forma de mirar
que a la par es desnudar
alma y cuerpo.
La luz que desprendes
va la zaga del sol.
La tibieza de tus manos
dan igual de calor....
pues en ellas se encuentra tu amor.
Amor por mí
y mis ojos verdes se llenaron de amor
refulgiendo como la luz solar
teniendo tu alma entre mi paz.
María Antonia Moyano Oliveros
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