miércoles, 29 de octubre de 2014

TEMPESTADES


Ataca mis deseos como vendavales
de sudores intensos que pronto impacten,
en mi alma, en mis soledades
donde el placer aguarda y el amor yace.

Tus caderas pon en movimiento
en terremotos que intensos acompañen
al vaivén de mis deseos
y a suspiros que cual campanas tañen.

Gemidos provoca imitando huracanes
que toquen mis costas ardientes
reavivando la erupción de volcanes
en mi corazón que espera impaciente.

Tras ello quedará la sublime calma
inmovilizando a los exhaustos cuerpos,
sobre la desordenas sábanas
precediendo un hermoso recuerdo
anhelando... otra tempestad mañana.

Ramón Pablo Ayala (Argentina)

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