martes, 21 de octubre de 2014

AMARGURA


La locura te atrapa,
irremediablemente
te somete al vicio
de aquella fachada
de la cuelgan sogas
que llevan escrito
tu nombre,
el suyo y el mio.

Seguimos adivinando
sensaciones, viviendo rutinas.
Nos repasa el tiempo,
se nos corrompe la vida,
nos aburre el destino,
nos apasiona lo prohibido.

Se anudan los pasos,
desatamos los nudos,
enmudecemos con deseos
que quedan postrados
en la línea del no por no sufrir.

Amoratado el rostro,
ahogados en el tiempo,
resignados al pan del día.
Dormidos en féretros
apuntalados, en espera
de ser tapiados.
Almas adornadas con flores,
otras empapadas en vómitos
de entrañas que sacuden dolor.

Es el circo de la soga,
que ahorca sin estupor.
Por momentos se afloja.

El cuello parece vibrón
y se alza a la conquista
de sirenas que nadan en algodón.

Golpea el viento huracanado
que apretando el tirón de la más intransigente desolación, nos deja
en manos de la vida.

Nos ahorca la vida misma.

Consu Jimenez

No hay comentarios:

Publicar un comentario