sábado, 5 de abril de 2014

Y NO ESTABAS TÚ


El llanto de las gaviotas
plañían en mi cerebro.
¡Qué odioso vaivén vi en el mar
la fría tarde de enero!
Como tú no estabas cerca
le tendí mi mano al viento.
Y se llenó de una espuma
y de arena entre los dedos.

MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO

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