(Día contra la violencia de género)
Leído en el Registro Creativo de la Asoc. Canadiense de poetas Hispanoamericanos
En su vientre albergó
la estirpe de los mares.
Su útero se expande desde siglos
abriéndose al amor.
Es ternura, pañuelo.
En su rostro dos fugas
por donde pasa el río del dolor.
Lo asume, lo contempla
suda, trabaja sol a sol
para darle cobijo a sus polluelos,
armonía al hogar, calor, anestesia
en sus manos y hasta en su corazón.
No duerme, la desvelan
inquietudes presentes, pasadas, por venir.
Su voz es como bálsamos en la unión familiar.
Y en la noche, sus pétalos se abren
recoge pólenes, se da toda encendida.
Aún así Oh Dios, siempre habrá un hombre
--no olvida que mordió de la manzana—
dispuesto a cercenarle la cabeza.
ISABEL DÍEZ SERRANO
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