Hacer cosas a medias es tributo
a la mediocridad. En la excelencia
se corona el proyecto, y se evidencia
fortaleza y carácter resoluto.
Voy hacia ti con hambre de absoluto,
sin reservas, volcando en tu presencia
con voraz ansiedad cada tendencia
que me acribilla el alma y no ejecuto.
No es mi ritmo el del hombre que medita,
ni del que intenta y no se precipita
sobre la seducción de su objetivo.
Lo fui, no lo soy ya. Tal vez los años
me apremian a ascender cuantos peldaños
no afrontó mi otro yo menos activo.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-
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