Dos segundos antes de poner punto final
una nube se posó en mi mejilla
y con su violín de viento
-tumbado en las orillas-
me huracanó con poesía,
mi p-oesía.
Y regresaron mis ansias
de reciclar el mundo y mudarme a la luna,
de tirarle piedras a los petroleros.
De cambiar los himnos por canciones de cuna,
de mandar al paro a reyes y banqueros.
Dos segundos antes de olvidarme de quién soy
me vi reflejado en el mar.
Del libro MANUAL DE MALETAS Y SUEÑOS de
Roberto Gallego.
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